Fin de fiesta.
Como los ángeles al caer el sol. Como el último habitante de un planeta moribundo. Así me sentía yo.
Antes todo fueron risas, abrazos, besos, canciones, baile... y palmaditas en la espalda.
Pero la fortuna sonríe por tiempo limitado, y el hombre suele ser previsor demasiado tarde.
Todos se marcharon. La fiesta terminó.
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